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– Esta novela tiene una larga historia que vale la pena contar. Todo surgió cuando, hace ya algunos años, mi hermano me sugirió que escribiera un libro titulado Mago por accidente. Probablemente pensaba que sería una novela juvenil, pero a mí me sugería algo más para niños y, sobre todo, humorístico. Escribí el libro, lo mandé a un concurso, pero no ganó, así que lo dejé olvidado en un cajón. Entonces yo ya tenía algunas novelas publicadas y muchos proyectos en mente, y me apetecía más escribir cosas nuevas que insistir con algo ya escrito. Pero algunas personas de mi entorno lo fueron leyendo y les gustó, y a lo largo de los años recibí varias peticiones para que le diera otra oportunidad e intentara publicarlo. Finalmente, diez años después, lo reescribí y lo envié a la editorial Bruño, que decidió publicarlo en la colección Altamar.

– Se llamó finalmente Mago por casualidad porque mi padre comentó que la palabra “accidente” quedaba un poco fuera de lugar en un libro para niños.

– La historia de por qué este libro ha salido publicado con la editorial Bruño también es muy bonita, y se remonta a mucho tiempo atrás. Resulta que, cuando yo tenía 15 años y un par de novelas en el cajón, envié cartas de presentación a cerca de una docena de editoriales. Tiempo después recibí desde la editorial Bruño una carta muy amable animádome a enviarles alguna de mis obras, y claro, eso hice, con toda la ilusión del mundo. Llegaron a leer y valorar dos o tres, no recuerdo bien. Me enviaban puntualmente sus informes de lectura, explicándome los motivos por los cuales no podían publicar mis novelas. Yo tomaba nota y pensaba: “La próxima vez lo haré mejor”. Y fui aprendiendo de aquellas primeras críticas. El tiempo pasó, perdí contacto con Bruño, gané el Premio Barco de Vapor en el 99 y mi sueño de ser escritora profesional se hizo realidad. Resultó que coincidí en un par de eventos literarios con Trini Marull, la misma persona que firmaba aquellos informes de lectura, y que aún seguía trabajando en Bruño. ¡Por fin nos conocíamos en persona! Quedamos en que le enviaría una novela, en recuerdo de los viejos tiempos. En una de aquellos encuentros casuales me recordó mi promesa; precisamente unos días antes un amigo me había pedido que no dejara Mago por casualidad en el cajón, que lo enviara a alguna editorial, así que decidí mandárselo a Trini para que lo valorara. ¡Y, veinte años después, el círculo se cerró y Bruño editó un libro mío por fin!

– Este libro está editado en tapa dura y con ilustraciones de José Luis Navarro. Ha salido en un formato especial porque es el número 200 de la colección Altamar.

– Los derechos de autor sobre Mago por casualidad serán donados a UNICEF.

– Para el lanzamiento hicimos una presentación en Madrid, a la que asistió mucha gente y en la que todos lo pasamos muy bien.

– He cambiado muchas cosas de la primera versión de la novela a la que ha salido finalmente publicada. Entre otras cosas, la primera era más larga. Para la versión definitiva he recortado episodios repetitivos y chistes y diálogos que me parecían muy facilones. Y he añadido otras cosas: por ejemplo, en la primera versión el caballero no hablaba en castellano antiguo, ni el elfo en verso. Y la princesa se llamaba Blanca, y no Griselda.

– Lo que más me gusta de este libro es el islote. Y Lila. Y el dragón. Y los insultos animalescos entre Maldeokus y Calderaus.

– Las aventuras de Ratón y sus amigos continúan en Héroes por casualidad.