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Nuevas fechas de la Gira Panteón y algunas consideraciones

¡Hola de nuevo! Siento haber tardado tanto en actualizar, pero, si os fijáis en el calendario de estas dos últimas semanas (en la noticia anterior), lo cierto es que, como se puede comprobar, he estado fuera de casa desde el 5 de noviembre.

Y ya está, esto es todo. A medida que se vayan acercando las fechas se confirmará la hora y el lugar de las citas con datos incompletos, pero, por lo demás, éstas son todas las ciudades que se visitarán en lo que queda de la Gira Panteón. Para los catalanes: nos hubiera gustado poder hacer una presentación en Barcelona, pero al final no ha podido ser. En su lugar parece que está casi confirmado que me tendréis allí por Sant Jordi, el 23 de abril. Ya os daré más detalles en cuanto lo sepa.

Para los demás: en total durante la gira he visitado, o voy a visitar, un total de 26 ciudades. Sé que algunos os sentiréis decepcionados porque no vaya a haber presentación o firma en vuestra ciudad, pero comprended que no puedo estar en todas partes, aunque me gustaría. Lo único que puedo decir es que, aunque Memorias de Idhún ya se ha terminado, yo espero poder seguir escribiendo y manteniendo encuentros con lectores, ya sea en centros escolares, en librerías o bibliotecas, durante muchos años más. Así que es más que probable que tarde o temprano todos tengáis oportunidad de conocerme. Por eso os pido que no insistáis tanto en que vaya a vuestro colegio o instituto, o en que visite vuestra ciudad para firmar libros. Tened en cuenta, en primer lugar, que hago lo que puedo, que no puedo estar en todas partes y que si viajara a todos los lugares donde me pedís que vaya, nunca tendría tiempo de escribir (además de que, como persona humana que soy, tengo una familia que tiene derecho a verme el pelo de vez en cuando ) ; y, en segundo lugar, que normalmente mi capacidad de decisión con respecto a los sitios que visito suele ser más bien poca, ya que tanto las visitas a librerías como los libro-fórums en colegios los organiza la editorial.

Una cosa más: en los encuentros de estas dos semanas he tenido la oportunidad de conocer a mucha gente y de reencontrarme con lectores a los que ya conocía de otras ocasiones. Os agradezco mucho a todos vuestro cariño y vuestra paciencia a la hora de guardar colas larguísimas que a menudo os hacían esperar hasta dos y tres horas para conseguir llegar hasta la mesa de firmas. Gracias de verdad.

Algunos me decíais que me habíais escrito hace tiempo y yo no he contestado. Lo he comentado ya alguna vez, pero insisto: recibo muchas, muchísimas cartas cada semana. Contesto a todas y cada una de ellas personalmente. Eso significa que voy muy lenta con el correo, sobre todo teniendo en cuenta que este último año he tenido que repartir mi tiempo entre escribir una novela de 900 páginas, pasar casi tres meses fuera de casa a causa de la gira y seguir ocupándome del foro y de la web. Sigo contestando a las cartas cuando buenamente puedo, pero mis ratos libres son más bien escasos, y por eso estáis tardando tanto en recibir respuesta. Para mi vergüenza, debo confesar que todavía llevo muchos meses de retraso (ya sabéis que respondo las cartas por estricto orden de llegada; eso incluye también las cartas que me entregáis en las firmas y presentaciones: no por entregármelas en mano las voy a responder antes, creo que tienen prioridad aquellos que enviaron su carta por correo mucho tiempo atrás), y que en estos momentos estoy terminando ya con las cartas de marzo y casi casi empezando con las de abril. Aunque la gira me mantiene lejos de casa, trato de seguir contestando cartas en mis ratos libres, en los viajes de tren, en los hoteles… pero claro, ese tiempo es bastante limitado. Así que, sí, sigo contestando cartas, pero, desgraciadamente, mis respuestas tardan mucho en llegar. Como podéis imaginar, con este panorama de momento me sigue siendo imposible volver a poner en la web un e-mail de contacto. Si además de las presentaciones, firmas, etc., del foro, la web y las cartas, tuviese que atender al correo electrónico, me moriría de estrés. Y supongo que queréis que disfrute de una larga vida para escribir muchos libros más, ¿verdad?